Entre el despertar y la censura
Por Patricio Madera.
En uno de mis viajes a México, unas de las cosas que más me sorprendió fue el significado que tenía Gabriela Mistral para los mexicanos. Más de mil colegios llevan su nombre por ser una de las principales autoras de la reforma educacional mexicana. De ahí que la admiración de este pueblo me llenó de orgullo como chileno.
A quienes no entienden aún que es la diversidad de género, les incomoda hablar de ella y quisieran no tocar el tema por tabú o por ignorancia. Gabriela, siendo muy joven, se fue de Chile, no fue feliz en esta patria, fue discriminada, no entendieron su poesía, la encontraban rara, no la entendían. Para ellos la poesía tenía que hablar del amor, de la familia, “por favor no tocar el problema social”, a los directores de colegios les daba vergüenza sus textos, le dieron la espalda. México la recibió con los brazos abiertos, allí conoció a otras gentes y sus poemas fueron acogidos. Durante su estadía recorrió las casas de los humildes y sus letras salieron a recorrer el mundo, su poesía se hizo gigante y sus libros hablan en varios idiomas. Europa se enamoró de sus libros, llegando a los ojos y oídos de la academia. Por eso no hubo dudas de este merecido Premio Nobel de Literatura para una humilde profesora de escuela pública que no fue comprendida en Chile. A pesar de todos estos éxitos su país aún no le daba el Premio Nacional de Literatura ¡Insólito!
En nuestro Segundo Encuentro Internacional de Muralismo organizado por la Corporación Pilmaiquén,(y con el Patrocinio del Colegio de Profesores, Ministerio de Educación, Universidad de Los Lagos, El Instituto Nacional de Derechos Humanos y varias otras instituciones) uno de nuestros invitados fue el destacado muralista, Polo Castellanos, reconocido doctor en arte a nivel internacional y profesor en varias universidades e institutos de México. Juntos a él y a varios otros destacados muralistas latinoamericanos realizamos un mural en homenaje a nuestra Gabriela con la autorización del Colegio de Profesores de Osorno. Dicho mural se realizó en la fachada de la Casa del maestro de Osorno, siendo presentado al público por varios medios de comunicaciones local en noviembre de 2018.
Hace poco nos enteramos que el mural fue destruido por elementos ocultos por el anonimato y la noche. No dando la cara, tal vez porque sus manos no son capaces de crear arte. Sus nefastos objetivos son ser sicarios de la destrucción de la cultura. De partida, nos preguntamos ¿qué espera el directorio del Colegio de Profesores para poder repararlo?.
Por otra parte, con asombro nos enteramos que el mural fue borrado completamente por orden del mismísimo presidente Provincial del Colegio de Profesores de Osorno en una acción unilateral, no se nos avisó y sólo se actuó a hechos consumados. Lo lamentable es que una vez más se repitió la historia, un colega de Gabriela mandó a destruir su mural. No se entiende que un profesor – cuya misión es velar por la difusión del conocimiento, la cultura y el arte – realice una acción tan deleznable, digna del protofascismo más burdo del siglo pasado.
Me pregunto ¿qué opina el resto de sus colegas? ¿Estarán de acuerdo en el magisterio respecto de esta acción?
Quiero destacar que junto a la Corporación Pilmaiquén y con la colaboración de pintores muralistas chilenos y latinoamericanos hemos realizado murales en más de 40 escuelas, liceos y universidades de la Región de Los Lagos, contando siempre con todo el apoyo de los profesores y sus respectivas comunidades educativas.
Exigimos un pronunciamiento del Colegio de Profesores de Osorno respecto a este hecho tan violento y agresivo, que sólo demuestra la intolerancia a un arte que va más allá de los “piececitos de niño”. Queremos contar con el apoyo de la sociedad osornina, sus vecinos, sus jóvenes, niñas y niños, adultos mayores, para reparar este arte censurado.
Nuestra reacción no termina con esta nota, recurriremos a las diversas instancias a nivel regional y nacional con el fin de denunciar este grave hecho, (que sólo agrede la cultura nacional) y lograr que los murales destruidos sean restituidos.
Patricio Madera,
Pintor Muralista
Santiago de Chile 31 de julio del 2020.-